El azul es un color que absorbe la luz y resta luminosidad al ambiente, debemos tener mucho cuidado con la intensidad del azul que elijamos y sobre todo acompañarlo adecuadamente.
El blanco es precisamente la combinación perfecta con el azul. Los tonos pueden cambiar y las texturas puedes ser diferentes pero siempre lograrás un buen resultado con estos dos colores.
Como tip recuerda que los azules verdosos son también idóneos para ser combinados en ambientes claros y bien iluminados. Aportan frescura pero también tranquilidad.